El torpedo Mark XIV fue un torpedo estadounidense de vapor y gas de la Segunda Guerra Mundial. Sus primeros ejemplares aparecieron en 1930 y entró en servicio en 1931. Tenía una longitud de 6.248 metros, un diámetro de 533 mm y un peso de 1488 kg, de los cuales 292 kg eran la ojiva. Su alcance efectivo se estimó en 8.000-8.200 metros y la velocidad máxima fue de 46 nudos.
El torpedo Mark XIV, junto con un modelo similar Mark XV, se desarrollaron durante la Gran Depresión, lo que obligó a los diseñadores y al fabricante a reducir los costos de construcción tanto como fuera posible. Sin embargo, lo que era peor, los problemas financieros dieron como resultado la falta casi total de pruebas de torpedos relacionadas con la detonación de la ojiva en los campos de pruebas en el mar, lo que permitiría comprobar las suposiciones de diseño, la eficacia de los torpedos, etc. Como resultado, la unidad responsable de su desarrollo (Estación Naval de Torpedos) tuvo que basarse principalmente en pruebas de laboratorio y disparos con nuevos torpedos, sin terminar con la destrucción final del torpedo. Tal actitud miope, por no decir sin rodeos, de la Marina de los EE. UU. Trajo consecuencias nefastas, porque los torpedos Mark XIV resultaron ser extremadamente poco confiables en el curso de los combates en el Pacífico, y los primeros informes de su uso real en combate indicaron detonaciones prematuras de torpedos, que adquirieron demasiada profundidad después de disparar o ninguna detonación, ¡a pesar de golpear una unidad enemiga! Solo en la segunda mitad de 1943, estos torpedos se mejoraron, lo que resultó en mejores resultados. Finalmente, sin embargo, fueron reemplazados en línea por torpedos Mark XVIII, que eran una copia casi exacta del G7e alemán.